La nueva ola: Lulú Varona.

Retrato por Mara Corsino.

Uno de los muchos del arte es la serenidad, y el trabajo de María “Lulú” Varona, 27, hace exactamente eso. Estar frente a sus bordados es adentrarse a un estado meditativo. No puedes sólo admirar su trabajo por su belleza estética sino también por su meticulosidad.

Lulú lleva bordando desde los 10 años. Su pasión por las novelas gráficas la llevó a bordar sus propios cómics. “La primera tirilla la hice como un regalo de amor a mi pareja cuando tenía 19 años. No he parado de bordar desde entonces”, me cuenta Lulú por e-mail. “Tuve una profesora de español en la universidad, Lola Aponte, que tejía mientras daba la clase. Su trabajo, dedicación y elegancia me inspiraron mucho.” En 2014, tuvo su primera exhibición individual en la desaparecida tienda de cómics Mondo Bizarro, en Río Piedras. Luego en 2017 tuvo otra muestra en una galería secreta en Condado, The Maid’s Room. En el 2021 tuvo su más grande exhibición en Embajada. Este año, dos de sus bordados están en la exhibición del Whitney, no hay mundo poshuracán.  

Su más reciente solo show, donde presentó su trabajo de los últimos 6 años, le sirvió de catapulta. “Estaba un poco desesperanzada con lo que es ‘ser artista’ en Puerto Rico. Gente nueva pudo ver mi trabajo en persona y hasta tres revistas de arte la incluyeron en su catálogo digital, lo cual es súper emocionante.” Durante el tiempo de la exhibición Lulú estuvo bordando in situ cada sábado en la galería de Hato Rey. “[Los propietarios de la galería] Christopher [Rodríguez] y Manuela [Paz] me han tratado de show. Admiro el trabajo que están haciendo con Embajada y el apoyo que le ofrecen a sus artistas.”

Me inquieta saber qué piensa Lulú acerca del posicionamiento del arte del bordado en relación a otras prácticas artísticas en el arte puertorriqueño. “No tiene el mismo respeto. Pienso que la pintura se sigue considerando un arte más ‘valioso’.” Añade, “Creo que no existe un respeto a los textiles en general, especialmente en Puerto Rico, por la falta de recursos. En la Universidad de Puerto Rico no existen clases de textiles bajo el Departamento de Bellas Artes, y tengo entendido que en la Escuela de Artes Plásticas, para trabajar con textiles debe ser bajo el departamento de Diseño de Moda. No es un medio que se promueve, por lo tanto es raro y llama mucho la atención. En ese sentido puede beneficiarse. Aunque es un exoticismo que, en mi opinión, se fundamenta en la ignorancia sobre el textil como objeto cultural/una pieza de arte. Hace falta profundizar.” 

Cada día la fuerza de Lulú engrandece, “Escucho a un artista imaginario decirme ‘Stay true to you’.” Un día, Efraín del Hierro le dijo, “No pares de crear. No pares de bordar hasta que se te caigan las manos.”


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